La Creación



El génesis del universo según Umbanda.

    Según la corriente del Umbanda Tradicional, el génesis comenzó cuando algunos espíritus que habitaban el Reino del Alma, manifestaron el deseo de dar forma a su estado sutil. Este deseo, considerado como desobediencia para el proceso evolutivo normal, motivó el descenso de esos espíritus (nosotros estamos incluidos) de el reino del Espíritu (puro en relación a su constitución sutil) para el Reino del Alma y de ahí para el reino de la materia, densa y caótica. Para que este descenso, al universo de la energía-masa, ocurriese fue necesario que el Supremo Espíritu, en su infinita misericordia y bondad, manifestase, a través de las jerarquías constituidas, su voluntad de que el entonces caótico universo material fuese ordenado para que las almas caídas encontrasen condiciones para pasar por una segunda vía de evolución, donde evolucionarían a través del dolor y del sufrimiento (que son cualidades de la materia densa), hasta que pudieran retornar a su estado original. La tarea de ordenación y de creación fue encomendada a la Corona Divina que son los Orixás.

Visión de la Creación según Umbanda.

    Umbanda Tradicional entiende el concepto de la creación partiendo del concepto básico y metafísico de la Divinidad Suprema. Asevera firmemente que no es posible comprender todo el proceso creativo si no se tiene la percepción inteligible y sensible de la existencia del Supremo Espíritu (Dios). El Supremo Espíritu es infinitamente bueno, justo, sabio y misericordioso. Es el único que tiene como atributos la omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia. Es la suprema conciencia que está por encima de todas las realidades, domina el todo y la nada, siendo el señor del infinito evolutivo. Como es Arcano Divino en su origen, sabemos solamente que encima de él no hay ningún otro espíritu y abajo existen tres realidades extrínsecas entre si y que son coexistentes: espíritu, espacio cósmico y la sustancia etérea.

El proceso de evolución.

    El proceso de evolución posee dos caminos, uno de ida y otro de vuelta. Recorramos el Evangelio de San Lucas, donde Jesús relata la parábola del hijo Pródigo y nosotros nos basaremos en ella como comparativo: Observando esta historia, podemos fácilmente percibir los siguientes puntos:

• No hubo pelea, lucha, ni rebelión entre padre e hijo. Hubo insumisión, el hijo no prestó oídos al padre, por que quería conocer el mundo.

• Los bienes a los cuales el hijo se refería eran los bienes materiales.

• El hijo, por su libre albedrío, se aparta de su padre, en busca de aventura, dejando de lado la paz, pureza, inocencia, belleza, felicidad y seguridad, se vio tentado por un mundo desconocido.

• Envuelto por la energía de ese mundo desconocido, en el ansia de poder gozar, hartarse, divertirse, desperdicia todo fortuitamente y sin prudencia. Cuando todo acaba, descubre que los bienes materiales no son eternos.

• Abandonado por los falsos amigos, pasa hambre, frío y vergüenza. Entonces, se acuerda de su padre, de su misericordia y bondad. Resuelto, decide regresar a la casa del padre. El espíritu entonces, vence a la materia.

• El padre ve a su hijo y le perdona.

    Como podemos ver, la renuncia es el desprendimiento de las cosas materiales es la fórmula mágica que reúne al hombre con Dios. El planeta Tierra es solo un punto en esta vía tortuosa de la evolución. Es un pequeño mundo perteneciente al sistema solar, el Sol es una estrella localizada en uno de los brazos de la Vía Láctea, una galaxia entre billones de otras existentes en el Universo Astral o el mundo de la forma. Para algunos espíritus encarnados se constituyó en camino de vuelta o redención, pero para otros ahora es camino de ida o alineación. Fueron tantos los espíritus que aquí vivieron y todavía viven y que sentirán arrepentimiento interior, y que demostrarán el deseo intenso de regresar a la casa del padre, que el propio Cristo aquí vino para indicar el camino de la redención.

Las corrientes en Umbanda.

    Umbanda es una religión cósmica y como tal, no está afectada solamente al planeta Tierra. Ella representa el conocimiento integral, que entendemos como:
religión, filosofía, ciencia y artes. Juntos, estos cuatro pilares de la sabiduría universal, representan el conocimiento pleno. Este conocimiento nos enseña que diversas razas ya pasaron por el planeta Tierra, y tantas otras habrán de pasar. La primera raza en habitar nuestro planeta fue la raza roja que surgió en Lemúria (África y América del Sur unidas en un sólo continente). Esta raza pura fue denominada como civilización lemuriana. Ocurrió una escisión en el tronco Tupí, formándose entonces dos corrientes dentro de ese pueblo: Los Tupinambá, que permanecen en un solo lugar llamado: "terra brasilis" y los Tupí-guaraníes, que emigraron hacia los cuatro puntos cardinales del planeta. De esta manera, también nacieron y se esparcieron por el planeta muchos clanes, tantos como los intereses propios de cada líder tribal. Con este caos reinante, fueron desvirtuados y gradualmente olvidados los cuatro pilares de la sabiduría universal. Los grupos de razas y tradiciones religiosas que a partir del final del siglo XIX comenzaron a emigrar para el Brasil, son descendientes de la gran corriente Tupí-Guaraní que retornan al punto de partida (antiguo territorio lemuriano). La situación en el siglo XIX, entre 1888 y 1889, en el cual se perfilaban los cambios sociales, políticos y culturales, fue el momento propicio para que el plano astral superior imprimiera un cambio a los cultos mezclados (miscigenados), pues era inevitable y extremamente oportuno. Es así que comenzaron las manifestaciones mediúnicas de los espíritus, trayendo de vuelta la Gran Ley.

El Templo umbandista.

    Los templos umbandista son semejantes en su concepción ideológica fundamental, que es la práctica de la caridad. En el templo está la "segurança", (firmeza), del médium. Es por esto que cada médium debe hacer de su templo su propia casa. Umbanda no es Candomblé. Esta confusión hace que, algunos hermanos umbandista terminen por ir a terreiros de Candomblé para "rasparem a cabeça", entregándose a ritos africanos, desconociendo los fundamentos propios de Umbanda y su iniciación, que prohíbe la matanza de animales, a "catulagem", "cura" o "camarinha", entre otras cosas. El Candomblé es, a su vez, religión digna de respeto por parte de los umbandista, este hecho es sólo nombrado, con la intención de dejar clara la diferencia entre una y otra religión.

Rituales en Umbanda.

    Uno de los principales rituales es la "Gira", teniendo ese nombre por imitar el "giro cósmico" del universo. Las giras se componen básicamente de tres fases, a saber: preparación, apertura y cerramiento. Por dentro de la gira encontraremos fundamentos básicos que son comunes a todos los terreiros, tales como "pontos cantados", la "defumação" (sahumación), la llamada e incorporación de entidades y dentro de las consultas se encuentran la receta de hiervas y la indicación de determinados trabajos de descarga o de elevación (nunca con la matanza de animales). Existen también otros rituales, como la armonización, la iniciación, el casamiento y el bautismo y la confirmación dentro de Umbanda. Es curioso, pero pocas personas se casan dentro de Umbanda, esto es porque las personas quedan con recelo de las consecuencias en el caso de una eventual separación, visto que es hecha una armonización entre los guías de esas personas. El bautismo es más benevolente. Umbanda acepta bautismos realizados en otras religiones o sectas cristianas (esto es porque para Umbanda, todas son una). En el caso de un nuevo bautismo hecho en Umbanda, el Sacerdote umbandista promueve un ritual de consagración y ratificación del bautismo, porque solo es considerando como válido el primer bautismo.

Los Orixás.

    Cuando hablamos que Orixá es el Señor de la Luz, queremos decir Luz Espiritual. Indicamos que son señores de fajas espirituales, tonalidades espirituales o vibraciones. Los siete Orixás que forman la corona divina poseen polaridad dual, pero esa polaridad sólo se expresa en el astral. Esta diferenciación de polaridad opuesta es expresada a través del octavo elemento que es Exú, en sus aspectos masculino y femenino. Exú es el encargado de concrecionar el poder de vibración de los Orixás en el Universo Astral. Hablemos entonces de las siete esencias espirituales:

    El primer par es del Orixá Virginal Orixalá, que manifestado en par vibratorio en el Universo Astral genera Orixalá-Odudua; el segundo par es del Orixá Virginal Ogum, que manifestado, en par vibratorio en el Universo Astral, genera Ogum-Obá, el tercero par es de el Orixá Virginal Oxóssi, que manifestado en par vibratorio en el Universo Astral, genera Oxóssi-Ossaian, el cuarto par es de el Orixá Virginal Xangô, que genera Xangô-Oyá, el quinto par es del Orixá Virginal Yorimá que genera Yorimá-Nanã, el sexto par es del Orixá Virginal Yori que genera Yori-Oxum, y el sétimo par es del Orixá Virginal Yemanjá, que genera Yemanjá-Oxumarê.

    Cada Orixá, en el reino virginal posee atributos propios que pueden ser generados en buen y mal estado. Exú, en Umbanda, es un espíritu responsable con funciones delicadísimas con los tribunales kármicos. Es considerado el Guardián entre la luz y las tinieblas, señor del Karma constituido, el cobrador de la justicia kármica. Hacemos notar que Exú no conlleva ningún tipo de culto particular.