Historia de Umbanda.
Informamos a los amigos internautas, umbandistas o no, que el
presente tema esta basado en hechos, actos y pruebas testimoniales, y no en
leyendas o hipótesis que no pueden ser probadas, ya
que estas hipótesis deben quedar en el campo de la creencia.
Es imperioso, antes de ocuparnos de la Anunciación de Umbanda
en el plano físico como una forma de religión, exponer sintéticamente los
antecedentes religiosos y culturarles que precipitaran el surgimiento, en la 1ª
década del siglo XX, de la única y genuina Religión Brasilera.
En el año de 1500, cuando los portugueses avistaron lo que
para ellos eran las Indias, y que en realidad era el continente Americano, en lo
que sería posteriormente Brasil, al desembarcar se
encontraron con una tierra de bellezas deslumbrantes, habitada por nativos. A
estos aborígenes los lusitanos, por imaginarse estar en las Indias, los llamaron
indios.
Los primeros contactos entre los dos pueblos fueron, en su
mayoría, amistosos, pues los nativos se identificaron con algunos símbolos que
los extranjeros presentaban. Pero, el tiempo y la convivencia se encargaron en
mostrar a los habitantes de Pindorama, (nombre indígena de Brasil) que los
hombres blancos estaban allí por motivos poco nobles. La relación hasta entonces
pacífica, comienza a desmoronarse como un castillo de arena.
Son inescrupulosamente esclavizados y forzados a trabajar en
la novel empresa. Se revelan, resisten, y muchos son privados de sus vidas en
nombre de la libertad. Mas tarde, el esclavista comienza a traer a Bahia los
primeros negros esclavos que sobre la ley del látigo, son obligados también a
trabajar. Como los indios, sufrieron toda especie de castigos físicos y morales,
y hasta la privación de la propia vida.
De esta forma, indios y negros, unidos por el dolor, por el
sufrimiento y por el ansia de libertad, desencarnaban y encarnaban en las
Tierras de Santa Cruz.
Ora trabajando en el Plano Astral, ora como encarnados, estos
espíritus luchaban incesantemente para humanizar el corazón de el hombre blanco,
y hacer que algunos hermanos de raza se librasen de el rencor, de el odio y del
sufrimiento que les fueron y eran infligidos.
Por otra parte, la iglesia católica, preocupada con la
expansión de su dominio religioso, enviste cobardemente para eliminar las
religiosidades negra e India. Muchas comitivas sacerdotales son enviadas, con el
intuito "noble" de "salvar" el alma de los nativos y de los africanos.
Los años pasan... En 1888 es decretada la Ley Áurea. El
cuadro social de los ex esclavos (indios y negros) es de total miseria. Son
abandonados a su suerte, sin un programa gubernamental de inserción social. La
parte religiosa de sus cultos son entonces dirigidos hacia el mal, para la
venganza y la desgracia del hombre blanco, reflejo del período de la
esclavocracia.
En el Astral, los espíritus que habían tenido
encarnación como indios, caboclos (mestizo), zambo y negros, no tenían campo de
actuación en los agrupamientos religiosos existentes.
El catolicismo, religión de predominancia, repudiaba la
comunicación con los muertos, y el espiritismo (kardecismo) estaba preocupado
nada más en reverenciar y aceptar como nobles las comunicaciones de espíritus
con el rótulo de "doctores".
Los Señores de la Luz (Araxás, Orixás), atentos al escenario
existente, por ordenes directas del Cristo Planetario (Oxalá) estructuraron
aquella que sería una Corriente Astral abierta a todos los espíritus de buena
voluntad, que quisiesen practicar la caridad, independientemente de los orígenes
terrenos de sus encarnaciones, y que pudiesen dar un freno al radicalismo
religioso existente en el Brasil.
Comienza a plasmarse en el Plano Terreno, con la forma de
religión, La Corriente Astral de Umbanda, con su jerarquía, bases, funciones,
atributos y finalidades.
En tanto esto ocurre, en el plano terreno surge, en el año de
1904, el libro “Religiões do Rio”, elaborado por "João do Rio", seudónimo de
Paulo Barreto, miembro emérito de La Academia Brasilera de Letras.
En el libro, el autor hace un estudio serio e inequívoco de
las religiones y sectas existentes en Rio de Janeiro, que por aquella época era
capital federal y centro socio político cultural del Brasil. El escritor, en la
preocupación de llevar al conocimiento de la sociedad los varios segmentos de
religiosidad que se desarrollaban en el entonces Distrito Federal, recorre
iglesias, templos, terreiros de brujería, macumbas cariocas, sinagogas,
entrevistando personas y testimoniando hechos.
No obstante en tal obra, que fue pautada por una profunda
pesquisa, en ninguna página de esta respetuosa edición se cita el vocablo
Umbanda, pues tal terminología era desconocida.
Nace Umbanda.
Zélio Fernandino de Moraes
nació el día 10 de abril de 1891, en el distrito de Neves, municipio de São
Gonçalo - Rio de Janeiro.
A los diecisiete años, cuando se estaba preparando para
ingresar en las Fuerzas Armadas, en las filas de la Marina, ocurrió un hecho
curioso: comenzó a hablar en tono manso y con un acento diferente de su región,
pareciendo un señor con bastante edad. Al principio, la familia creyó que
tuviese algún disturbio mental y lo llevo a ver su tío, el Dr. Epaminondas de
Moraes, médico psiquiatra y director del Hospicio de la Vargem Grande. Después
de algunos días de observación y no encontrando en sus síntomas ni en ninguna
literatura médica, nada anormal, sugirió a la familia que lo encaminasen a un
padre católico, para que fuese hecho un ritual de exorcismo, pues desconfiaba
que su sobrino estuviese poseído por el demonio.
Buscaron a un Sacerdote Católico amigo de la
familia, que después de realizar el ritual de exorcismo, no consiguió ningún
resultado.
Tiempo después Zélio fue atacado por una extraña
parálisis, para la cual los médicos no conseguirían encontrar la cura.
Pasado algún tiempo, en un acto sorprendente, Zélio se
irguió de su lecho y declaró:
"Mañana estaré
curado".
Al día siguiente comenzó a andar como si nada hubiese
ocurrido. Ningún médico supo explicar como se dio su repentina recuperación. Su
madre, Doña Leonor de Moraes, llevó a Zélio a una curandera llamada Doña Cândida,
figura conocida en la región donde morava y que la misma incorporaba el espíritu
de un Preto Velho, llamado Tio Antônio.
Tio Antônio recibió al muchacho y haciendo sus rezas, le
dice que poseía un fenómeno de mediumnidad y debería trabajar para la caridad.
El Padre de Zélio de Moraes, Sr. Joaquim Fernandino
Costa, a pesar de no frecuentar ningún centro espirita, ya era un adepto del
espiritismo, practicante del hábito de la lectura de la literatura Espirita.
En el día 15 de noviembre de 1908, por sugestión de un
amigo de su papá, Zélio, fue llevado a la Federación Espirita de Niteroi,
presidida en la época por José de Souza.
En el día 15 de noviembre, el joven Zélio fue
invitado por el Director, José de Souza a participar de la sesión, tomando un
lugar en la mesa. Entonces, el joven Zelio tomado por una fuerza extraña y
superior a su voluntad, y contrariando las normas que impedían el ausentarse, de
cualquiera de los que componían la mesa, el joven se levanta y dice que allí
faltaba una flor y saliendo de la sala, fue hasta el jardín arrancó una rosa
blanca y la colocó en el centro de la mesa,
donde se realizaba el trabajo. Esta actitud insólita causó un gran revuelo.
Habiéndose iniciado una extraña confusión en el local, él incorporó un espíritu
y simultáneamente algunos de los médium presentes, tuvieron incorporaciones de
caboclos y de pretos velhos. Advertidos por el dirigente del trabajo, estos
fueron convidados a retirarse, aduciendo que su estado de "atraso" (sic)
espiritual, no los autorizaba a concurrir a la sesión; entonces la entidad
incorporada en el muchacho preguntó: "- ¿Por qué repelen la presencia de estos
espíritus, sin ni siquiera dignarse a oír sus mensajes? ¿Será por causa de sus
orígenes sociales y su color de piel?". Entonces un vidente al ver la luz que el
espíritu irradiaba pregunto: "- ¿Por qué el hermano habla en estos términos,
pretendiendo que la Dirección acepte la manifestación de espíritus que, por el
grado de cultura que tenían cuando estaban encarnados, son claramente atrasados?
A continuación se suscitó un diálogo acalorado, y los responsables por la sesión
intentaban adoctrinar y apartar al espíritu desconocido, que sin dudarlo
mantenía una argumentación segura. El vidente pregunta: ¿-Por qué habla de este
modo, si estoy viendo que me dirijo en este momento a un jesuita y su vestimenta
blanca refleja un aura de luz? ¿Y cual es su nombre, hermano?" Y entonces el
espíritu desconocido habló: "-Lo que usted ve en mí, son restos de una
existencia anterior. Fui padre Católico y mi nombre era Gabriel Malagrida.
Acusado de brujería, fui sacrificado en la hoguera de la Santa Inquisición, en
Lisboa, Portugal, en el año de 1761. Pero en mi última existencia física, Dios
me concedió el privilegio de nacer como caboclo brasilero". "- Si juzgan de
atrasados a los espíritus de pretos e indios, debo decir que mañana estaré en la
casa de esta "materia" (médium), para dar inicio a un culto en que estos pretos
e indios podrán dar su mensaje y así, cumplir la misión que el plano espiritual
les confió. Será una religión que hablará a los humildes, simbolizando la
igualdad que debe existir entre todos los hermanos, encarnados y desencarnados.
Y si quieren saber mi nombre, que desde ahora sea este: "Caboclo das Sete
Encruzilhadas", porque no habrá caminos cerrados para mi." El vidente preguntó
con ironía: "-¿Considera el hermano que alguien irá a asistir a su culto?"
Nuevamente el responde: "-Colocaré una "condesa" en cada colina de Niteroi, que
actuará como portavoz, anunciando el culto que mañana iniciaré."
Después de algún tiempo todos supieron firmemente que el
jesuita era, en efecto, el Padre Gabriel Malagrida. Esto fue verificado por el
vidente interpelante, que efectuó una minuciosa investigación.
En el día 16 de noviembre de 1908, en la calle Floriano
Peixoto, 30 – Neves – São Gonçalo – RJ, aproximándose las 20:00 horas, estaban
presentes los miembros de la Federación Espirita, parientes, amigos y vecinos y
del lado de la calle una multitud de desconocidos. Puntualmente a las 20:00
horas el "Caboclo de las Sete Encruzilhadas" descendió y usando las siguientes
palabras, dio inicio al culto: "-Aquí se inicia un nuevo culto en que los
espíritus de Pretos Velhos africanos, que habían sido esclavos que
desencarnaran y no encontraran campo de acción en los remanentes de las sectas
negras, ya desvirtuadas y dirigidas casi que exclusivamente, para los trabajos
de la hechicería y magia negra y a los indios nativos de nuestra tierra, podrán
trabajar en beneficio de sus hermanos encarnados, cualquiera que sea su color,
raza, credo o posición social. La practica de la caridad, en el
sentido del amor fraterno, será la característica principal de este culto, que
tiene como base el Evangelio de Jesús y como maestro supremo Cristo".
Después de establecer las normas que serían utilizadas en el culto y con
sesiones, (así fueron llamados los períodos de trabajo espiritual), diarias de
las 20:00 a las 22:00 horas, así mismo determinó que los participantes, deberían
estar vestidos de blanco y la atención a todas las personas, seria gratuita.
Dijo también que estaba naciendo una nueva religión y que se llamaría Umbanda
(se dice que la persona encargada de transcribir la sesión, cometió un error, ya
que el nombre dictado sería Aumbanda, palabra compuesta sánscrita, que
significaría:"EL CONJUNTO DE LAS LEYES
DIVINAS"). El grupo que acababa de
ser fundado recibió el nombre de "Tenda Espirita Nossa Senhora da Piedade" y el
"Caboclo das Sete Encruzilhadas" dijo las siguientes palabras: "- Así como María
acoge en sus brazos al hijo, la tienda acogerá como hijos a los que aquí
recurran en las horas de aflicción, todas las entidades serán escuchadas, y
todos nosotros aprenderemos con aquellos espíritus que supieren más y
enseñaremos a aquellos que supieren menos y a ninguno daremos las espaldas y ni
diremos no, pues esta es la voluntad del Padre." Dictadas las bases del Culto,
después de responder en latín y alemán las preguntas de los
kardecistas allí presentes, el "Caboclo de
las Siete Encrucijadas" pasó a la parte práctica de los trabajos, curando
enfermos, haciendo andar paralíticos, etc.. Antes del término de la sesión, se
manifestó un Preto-Velho, Pai Antônio, que venía a completar las curas, el mismo
que, con hablar manso, fue confundido como locura de su "aparelho",
(médium), y con palabras de mucha sabiduría y humildad y con timidez aparente,
se rehusaba a sentarse junto con los presentes a la mesa diciendo las siguientes
palabras: "- "Nego" no se sienta no mi señor, "nego" se queda aquí mismo. Eso es cosa de
señor blanco y "nego" debe respetar", Por la insistencia de los presentes el
dice: "- No se deben preocupar, no. "Nego" se sienta en un tronco que es lugar
de "nego" ". Así, continuó diciendo otras cosas, representando su humildad. Una
persona de la reunión le pregunta si el sentía la falta de alguna cosa que
hubiera dejado en la tierra, cuando desencarnó, y el respondió: "- Mi cachimbo, "nego", que es el
pito que dejé en el toco. Manda muleque a buscarlo". Tal afirmativa dejó a los
presentes perplejos, los cuales estaban presenciando la solicitud del primer
elemento de trabajo para esta religión. Fue Pai Antonio también la primera
entidad en solicitar una guía (collar), hasta hoy usado por los miembros de la
Tienda y cariñosamente llamada "Guía de Pai Antonio". Al día siguiente una
verdadera romería se formó en la calle Floriano Peixoto. Enfermos, ciegos,
afligidos, etc., venían en busca de cura y consuelo, y allí lo encontraban, en
nombre de Jesús (Oxalá). Médiumns, cuya manifestación mediumnímica fuera
considerada locura, dejaron los sanatorios y dieron pruebas de sus cualidades
excepcionales. A partir de estos hechos se fundó la Corriente Astral de Umbanda.
A partir de entonces, el "Caboclo das Sete Encruzilhadas"
comenzó a trabajar incesantemente para el esclarecimiento, difusión y
sedimentación de la religión de Umbanda. Además de Pai Antônio, tenia como
auxiliar la entidad espiritual "Caboclo Orixá Malé", entidad con gran
experiencia en el "desmanche" de trabajos de baja magia. Espíritu que, cuando
trabajaba era sumamente enérgico, y sabio destruyendo las energías maléficas de
los que le requerían.
Diez años después, En 1918, el "Caboclo das Sete
Encruzilhadas" recibió ordenes del Astral Superior para fundar siete tiendas
para la propagación de la Umbanda. Las agremiaciones ganaron los siguientes
nombres: Tenda Espírita Nossa Senhora da Guia, Tenda Espírita Nossa Senhora da
Conceição, Tenda Espírita Santa Bárbara, Tenda Espírita São Pedro, Tenda
Espírita Oxalá, Tenda Espírita São Jorge, y Tenda Espírita São Jerônimo. Nunca
pudo seguir la carrera militar para la cual se preparaba, pues su misión
mediumnímica no lo permitió, Zélio Fernandino de Moraes nunca hizo de la religión
su profesión. Trabajaba para el sustento de su familia y muchas veces contribuyó
financieramente para mantener los templos que el "Caboclo das Sete Encruzilhadas"
fundó. Además de alimentar las personas que se hospedaban en su casa para los
tratamientos espirituales, que según lo que contaban, parecía un albergue.
Nunca aceptaba ayuda monetaria de nadie, ya que esta era
la orden de su Guía Jefe, que invariablemente decía: "Não os aceite. Devolva-os"...
Las siete líneas que fueron dictadas para la formación de
Umbanda son:
Orixalá, Ogum, Oxóssi, Xangô, Yorimá, Yori y Yemanjá.
Mientras Zélio estuvo encarnado, fueron fundadas mas de
10.000 tiendas a partir de las ya mencionadas.
El ritual establecido por el "Caboclo das Sete
Encruzilhadas" era muy sencillo, con cánticos bajos y harmoniosos, vestimenta
blanca, prohibición expresa de sacrificios de animales. Eximió los atabaques y
las palmas. Sombreros, espadas, turbantes, vestimentas de color, joyas y encajes
no serían aceptados.
Las guías, (collares), usadas son nada mas las que
determina la entidad que se manifestó, oportunamente en el médium.
El respeto del uso del término "espírita" y de los
nombres de los santos católicos en las tiendas fundadas, causaron: Primero, el
hecho de que en aquella época no se pudiera registrar el término Umbanda, y lo
segundo, era una manera de establecer un punto de referencia para que fieles de
la religión católica buscasen los favores de Umbanda.
Los baños de hiervas, los "amací",
(ver nota al pié) la
concentración en los ambientes vibratorios de la naturaleza, a la par de los
enseñamientos doctrinarios, en base a los Evangelios, constituirían los
principales elementos de preparación del médium.
Después de 55 años de
actividades al frente de la Tienda Nossa Senhora da Piedade (1º Templo de
Umbanda), Zélio entregó la dirección de los trabajos a sus hijas: Zélia y Zilméa.
A continuación se retiró, junto con su esposa Isabel Morse,
médium del Caboclo Roxo, a trabajar en la Cabaña de Pai Antônio, en Boca do
Mato, distrito de Cachoeiras de Macaçu/RJ, dedicando la mayor parte de las horas
de su día a la atención de portadores de enfermedades psíquicas y de todos los
que lo requerían. (Ir a un mensaje del Caboclo.)
Zélio
Fernandino de Moraes dedicó 66 años de su vida a Umbanda, retornando al plano
espiritual el 03 de octubre de 1975, con la certeza de que su misión estaba
cumplida.
Su trabajo y las directrices trazadas por el "Caboclo das
Sete Encruzilhadas",
continúan en acción a través de sus hijas Zélia de Moraes (desencarnada el 26 de
abril de 2000) y Zilméa de Moraes, además de millares de umbandistas
desparramados en el Brasil y por el Mundo.
"Umbanda, árbol frondoso que está siempre para dar frutos a quién sabe y
merece recogerlos." Zelio de Moraes
Traducido, adaptado y editado por: Juan de Pena
Vermelha.
El precedente trabajo fue tomado de varias fuentes en Internet, todas coincidentes en la relación de los hechos.
© 2005 Web Umbanda.
Nota: Amací, es el lavado de cabeza, donde los hijos de Umbanda afinan la armonización con la vibración de sus guías mentores, pero de ningún modo crea dependencia real con el Cacique de Umbanda que lo imparte. Si bien nosotros, llamamos Hijos a los fieles que iniciamos, no significa que lo sean de manera espiritual, pues en realidad ellos son Hijos de Umbanda (todas las cabezas pertenecen a Orixalá), y de su guía de cabecera. Recuerden que un Hijo de Umbanda siempre es libre, aunque aún no sea Jefe. (volver)